Ensayo "RELACIONES UTÓPICAS"

RELACIONES UTÓPICAS 

(Rodriguez Edward)

Las relaciones sociales están embarcadas en un plano acartonado y predispuesto por cada cultura que dictan lo que se debe o no hacer, por normas de cortesía, que aveces se ejecutan de manera autómata, muchas veces por miedo a desencajar lo que nos predican nuestro entorno o bien pasar por un vil maleducado. A veces mi temor a eso mismo parece  esfumarse, tal vez hastiado por la hipocresía circundante que he descubierto en las personas, no sólo por el hecho de hacerlo como un deber más que por placer, sino por su actuación bien ensayada en determinados momentos.

De la misma manera se comportan las relaciones más eros, sólo se construye lo que nos conviene  con quién más nos conviene y para ellos empleamos actos de mera cordialidad, no porque nos nazca sino que obedece a fines más egoístas a veces deslumbrados por la belleza el poder económico etcétera. Incluso por conveniencia biológica de poseer a es otro más fuerte, más inteligente, más desarrollado.

A veces concerto conmigo mismo que si bien la relación es del tipo que sea con otras personas son necesarias (aunque muchas veces las personas sean hipócritas se cubran con una falsa cordialidad) en parte no podemos evitarlas porque nos determinamos en base a la sociedad.

Nuestra sociedad y nuestra manera de enfrentarla, me resulta dispendiosa porque pueden llegar a ser un arma de doble filo, eficaz, en la cual sólo se divisan vestigios de lo que realmente, en su esencia es, sin embargo en algunos momentos disfruto cortándome con esa arma en mi afán entenderla llegando a un goce contraproducente para mí pero del cual ya no me castigo tanto.

La sociedad y sus actores me resultan fascinantes, no sé cuál es la razón para ello, sólo contemplo la belleza de lo absurdo, de lo contradictorio y de los contrastes que en ella coexisten, conteniéndose así misma en un intento desesperado,  no por cambiar sus paradigmas, sino por mejorarlos, claro está, que  algunos empecinados se rehúsan a modificaciones como si sintieran que por ello les arrancaron un pedazo de lo que son y representan, vivificados por el miedo de salir de su zona "segura" y mutar a lo que desconocen, precisamente porque lo desconocido da una sensación de inseguridad, por lo tanto prefiere estacionarse todos los días en el mismo lugar aunque esté posea falencias o baches.

Las relaciones son tan antiguas como cambiantes, en su mayor parte lo que conocemos hoy, tal vez mañana sea parte de la historia, cumpliendo ciclos, aunque esto parezca trivial lo que es dejará de ser, no debemos desfallecer por hacer de nuestra historia, la mejor de todas.

Esa vislumbre, la que nos queda después de dejar a otros vestigios de oscuridad, que no nos deja ver a la real persona es lo que hemos de descubrir tras de esas máscaras, que pensándolo bien son mecanismos de protección para que otros no se entrometan, y así el hombre protegerse del mismo hombre. La historia de nuestras relaciones  que estamos construyendo hoy en día pueden ser utópicas, fantasiosas, he aquí nuestro reto de ser seres más reales con nuestras debilidades y fortalezas pero ante todo, una imperativa necesidad de ser más sinceros incluso con nosotros mismos.